Te vamos a enseñar cómo meditar para que tu mente lo entienda:
1- Prepara el cuerpo
El tiempo natural para meditar es luego de haber hecho ejercicio físico, el cuerpo está caliente y relajado. Si no es así, antes de meditar debieras hacer estiramientos de las extremidades para aflojar tensiones y centrarte en el momento presente. Podés practicar yoga mudrasana: sentarte en la calma colocar la palma de mano izquierda sobre la derecha con los pulgares conectados y concentrarte en la respiración nasal diafragmática.
2- Prepara la Mente y relaja el cuerpo
Debes decidir el tiempo que querés meditar. Elige un lugar tranquilo, desconéctate de todo. Cúbrete del frío, dado que la temperatura baja. Colócate en postura meditativa: espalda, cuello y cabeza alineados. Debes tener en claro tu intención y recordar el objetivo más elevado, tu razón para meditar. Una vez sentado, sintoniza con cada parte de su cuerpo. Empeza por los dedos de los pies, relajando hasta llegar a la coronilla. Cuando estés relajado trata de no mover el cuerpo. Cualquier movimiento físico distraerá la mente.
3- Concentra la mente
La respiración es una herramienta maravillosa para llevar la concentración a niveles más profundos. Observa tu respiración cómo ingresa por la nariz. Sé paciente y concéntrate en el aire que ingresa y egresa de las narinas. Podés incorporar ritmo: inhala en 6 segundos, retén en 4 y exhale en 8.
4- Expande tu conciencia y agradece
Lleva tus pensamientos hacia su actitud o virtud: un objetivo elevado como la libertad de los apegos, la paz interior, la autorrealización.
Agradece este momento, no te levantes de golpe para seguir tu vida cotidiana, acabas de conectar con tu interior, con una fuerza diferente. Intenta llevar esa calma a tus actividades diarias.