Todas las personas en algunos momentos debemos enfrentar situaciones de crisis en distintas areas de la vida cotidiana. En general tomamos esos momentos como dolorosos y duros , sin embargo para la Filosofía Kármica “crisis” significa Crecer.
1) Muchas veces la vida nos lleva a desnudarnos y a tocar el fondo mas oscuro porque solamente allí vamos a percibir la tormenta, el trueno, el rayo del Alma, la ráfaga de Luz que pueda modificar nuestra existencia.
2) La vida es el arte de hallar la complementación en los contrastes. Aprendemos por contrastes. Sabemos más de la Luz por la noche, que por los días que nos ciegan, ¿Quién apreciaría la Luz si no siente la oscuridad? No hay limitación que no sea una lección; no hay limitación que no sea una oportunidad.
3) Nos identificamos con la autosuficiencia de la mente y creemos que ella es la Luz. Frecuentemente confundimos, el orgullo y el separatismo, con nuestro avance espiritual. Identificado con la autosuficiencia no sabemos pedir ayuda, no tenemos la Luz de la humildad y la única ayuda posible es que la vida nos regale una enfermedad, un ataque de ira, una reacción insólita, o recibir un ataque inesperado, en la que necesitamos un punto de apoyo: El hombro de una mamá, de un hermano, de un amigo, de un vecino; alguien que nos tenga que bañar, quitarnos la suciedad, que deba cuidarnos.
4) Podríamos llegar al cultivo de la modestia, sin tener que sufrir tanto, pero en general, solamente cuando se desciende a este vórtice de humildad se aprende la lección. Y que bueno que la vida nos regale una fuerte crisis, porque cuando creíamos que no necesitábamos de nadie, no éramos un ser humano. Un ser humano es aquel que dolorosamente, amorosamente, pero siempre intensamente, siente que necesita karmicamente del otro. Una vez que sintamos profundamente la necesidad del otro -pero una necesidad existencial, no intelectual, una necesidad vivencial – una vez que yo sepa que necesito tanto del otro como necesito respirar, habré aprendido la lección de mi humanidad.
5) Estamos aquí porque nos necesitamos karmicamente, por lo que culpar es la mayor ignorancia, seguramente el que mas nos hace sufrir es el que mas necesitamos. Cuando hagamos de esta realidad una realidad viva, cuando sepamos que nadie, ni nada llega a nosotros por azar, que la vida nos hace un presente, un regalo con cada encuentro y suceso, aún con un cruel tirano, estamos aprovechando la crisis como sagrada para gozar el éxtasis de vivir.
6) La rueda del karma nos pone exactamente donde necesitamos para aprender la lección. Al que no quiere un conflicto le da dos. La vida nos repite y nos repite hasta que aprendamos. Si no reconocemos que aquel lugar donde estamos es justamente el que necesitamos, vamos a pretender vanamente toda la vida cambiar de lugar.
7) Ante las aparentes situaciones complejas y dificiles la Filosofia Karmica te propone: no huir, no enfrentar: solo observar, aceptar y agradecer. Así, afrontar siempre es aprender la lección. Tenemos responsabilidad de crecer , algunas veces con dolor, pero sabiendo que los desafíos trascienden el pequeño ego personal, pulen las aristas de la personalidad, revelando el diamante interno que todos tenemos. La crisis siempre sera una oportunidad para conocerte y desarrollar tu evolucion.