Los nacidos entre el 21 de julio y el 20 de agosto son de Leo. Es un signo fijo, del elemento fuego. Está representado por un león (el Rey de la Selva) y está regido por el Sol, siendo el único signo regido por una estrella. Esto le da su característica principal, que es su brillo propio.
En nuestra carta representa nuestra forma de amar y de ejercer el poder, y nos habla de nuestro rol de hijos de vidas pasadas, y de la relación con nuestros hijos o niños en general en ésta. En nuestro cuerpo rige el corazón y la columna vertebral.
Donde hay un leonino se nota porque brilla y por lo general se convierte en el centro de atención. Es muy creativo, muy generoso y le gusta controlar todo. Cuando está inarmónico, este poder magnético se transforma en egocentrismo, soberbia y dominación.
Para transmutar estos aspectos negativos es muy importante hacer un correcto trabajo de meditación en estos puntos y observar en qué momento se manifiestan estos vicios.