El signo de Virgo demuestra nuestra capacidad de servicio hacia los demás y unidos en grupo, servir al planeta en tiempos actuales de incertidumbre y conflicto.
El sol transitándolo nos permite materializar nuestra sabiduría espiritual y todo lo aprendido vida tras vida, ya que forma parte de nuestra última etapa reencarnacionista, siendo Virgo, el final del sendero.
En nuestra carta natal kármica indica las zonas del trabajo, la salud, enfermedades agudas y el área donde a través de nuestra purificación podemos servir y nutrir a quienes nos rodean, compartiendo lo que brinda bienestar y alegría. Regido por Mercurio y Kirón, nos impulsa a conocer nuestra mente y aprender a meditar, para que nuestra Conciencia pueda cumplir un servicio mayor, una vez superada la crítica, el perfeccionismo excesivo y la tendencia a hipocondría. En nuestro cuerpo está representado por el intestino delgado y el duodeno, cuya función, entre otras es la de seleccionar los nutrientes que necesitamos eliminando las toxinas. Tanto en el plano físico como el espiritual el signo nos invita a purificar nuestras emociones, nuestro vehículo y nuestra forma de pensar y para ello es necesario estar conciente de cada uno de estos aspectos.
Por lo tanto aquí, en este pilar, vamos a focalizar en cada respiración y movimiento
Respiramos
1) Vamos a inspirar muy lento exactamente en 8 tiempos
Sostenemos la respiración en 4.
Exhalamos en 6 tiempos nuevamente
2) Hacemos lo mismo pero cuando inspiramos vamos a realizar una torsión en posición de sentados (piso o silla)
Sostenemos 4 tiempos ,Exhalamos en 8 mientras al ritmo de la espiración mientras volvemos a la posición inicial
3) repetimos 3 veces 1) y 3 veces 2)
PASO A PASO
1.Acostáte sobre la mat y flexioná mientras inspirás, la cadera con la rodilla flexionada . Sentí la presión que se va aumentando sobre el abdomen al elevar la pierna y si la llevás más hacia el cuerpo, su peso al plegarse sobre el vientre . Quedáte ahí respirando por lo menos 3 veces
2. Inspirá profundo. Llevá la pierna lentamente, hacia el lado contrario como si quisieras tocar el piso con la rodilla a la vez que vas soltando el aire
3.Quedáte ahí 3 ciclos de respiración
Vas a sentir como se separan las vértebras al girar y observá que pasa con tu zona intestinal.
4. Volvés a la posición inicial, estirás tus piernas durante tres ciclos completos de respiración y volvés a comenzar para el otro lado.
No olvides de chequear que sucede cuando hacés un ejercicio nuevo y si hay algo en tu cuerpo que va cambiando