Capricornio en el cuerpo: ejercicios para trabajar las articulaciones

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Capricornio es el signo elegido para los cambios y transformaciones. Como todo signo, Capricornio tiene una parte del cuerpo humano qué representar. Esto es un factor clave a la hora de estudiar un mapa y debilidades físicas de cada persona. En el caso de Capricornio, este signo rige las articulaciones, los huesos y la piel de todo nuestro cuerpo.

AUDIO | Meditación completa de Capricornio

 

Mientras el Sol transita este signo, festejamos en el mundo la Navidad y el Año Nuevo. Empieza con fuerza el giro de la mirada sobre ti mismo y el conquistar una conciencia más amplia, como para tratar a los demás como quisieras ser tratado.

Este signo rige (significa en astrología) a las articulaciones, los huesos y la piel de tu cuerpo. No solamente con el paso de los años sentimos que las articulaciones y nuestros huesos se vuelven más rígidos. A veces es la falta de movimiento regular y otras los tránsitos planetarios que prueban nuestro mapa poniendo de manifiesto en el cuerpo las cosas que nos falta transmutar.

En este caso Capricornio representa a Mamá o al rol materno -aunque no tengas hijos, el rol se cumple  hasta a veces cuidando a gente mayor o  niños de otras personas, y aunque seas varón podés desarrollar esa parte femenino de mamá; la acción pública y el liderazgo,  cómo te llevás con este aspecto ? tanto si es una tarea propia, como con el impacto que te generan los líderes a vos. Todo esto, te dejamos de tarea para revisar en este mes. 

 

PASO A PASO

  • 1- De pié, cuerpo alineado, sosteniéndose del centro. rodillas ligeramente flexionadas con los piés separados ancho de hombros.

  • Inspirá levantando los brazos por encima de la cabeza, flexioná las rodillas  ligeramente manteniendo el tronco recto y el cuerpo alineado, sosteniendo desde el centro. Mantené la posición  4 tiempos.

  • Sostené el aire con los brazos extendidos arriba en 4 tiempos

  • Exhalá en 6 tiempos volviendo a la posición inicial

  •  Repetí y si podés flexioná un poquito más las rodillas tensionando los músculos de las piernas. Sentí cada articulación como sostiene en forma pasiva la posición y enviá el aire de tu respiración a cada una de ellas.

  • 2-  Posición de perro boca abajo. Quedáte en la posición durante tres respiraciones completas largas, activando todos los núcleos articulares involucrados

Elevá una pierna extendida, lo más que puedas respetando que tu cuerpo no pierda los planos ( que no se gire la cadera, ni tronco por desequilibrarse)

  • Flexioná la rodilla de la pierna en alto y  respirá 2 ciclos completos. Volvé a la posición de perro boca abajo y cambiá de pierna

  • Si sentís mucha presión sobre las muñecas, podés apoyar rodillas, sentarte sobre talones llevando el tronco hacia adelante -El niño- y descansar unos segundos