Todos festejamos nuestro cumpleaños el día de calendario que nacimos, ya que representa un año más de vida. Hay quienes preparan mega festejos y quienes ignoran la fecha: todos lo hacen convencidos de que se cumplen una vuelta más al Sol aunque nuestro calendario está bastante desincronizado con los tiempos de los planetas. Por eso en esta nota te vamos a explicar qué es el «cumpleaños astrológico» y qué significado tiene.
Por sentido común sabemos que el momento en que nacimos (día, hora y año) la Tierra estaba en determinada posición, en grados, minutos y segundos respecto del Sol (y en Astrología, en determinado signo).
Esa posición es la que se estudia a través de la carta natal: las posiciones de los planetas nos da la misión de nuestra alma en esta vida, y cada año, el Sol vuelve a pasar por allí, lo que llamamos revolución solar. El Sol emplea 365 días en recorrer los 360 grados del zodiaco.
El desfasaje con con el calendario gregoriano se origina con el día que se agrega cada cuatro años (los años bisiestos).Esto hace que no siempre al dar la vuelta el Sol llegue a la misma posición, el mismo día y la misma hora, sino que puede hacerlo el día anterior o posterior. Por ejemplo, si uno nació el 23 de diciembre de 1966 a las 11.00 am, y el Sol estaba a 1 grado 17 minutos del signo de Capricornio; en el año 2017 el Sol llego a esa posición a las 7.54 pm del día 22, marcando ese momento como el comienzo del cumpleaños.
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La astrología kármica tiene un planteo muy claro respecto a qué significan las 24 horas del cumpleaños: en esas horas se verá reflejado todo el nuevo año que comienza para cada uno. Dos horas equivalen a un mes. Es decir, si queremos pasar un año de soledad, sería correcto elegir pasar el cumpleaños de esa manera. O, al contrario, si queremos trabajar mucho o estar rodeados de seres queridos, también el cumpleaños es un buen momento para empezar a capitalizar esa energía.
No se trata de escapar de lo que no nos gusta, sino evitar engancharse con lo negativo de las situaciones que se presenten. No es para creer, sino para experimentar.